Durante el operativo, las autoridades francesas capturaron a cuatro sujetos involucrados en un grupo neonazi.
A través de una operación especial, la policía de Francia cateó casas de personas identificadas como “militantes neonazi”. Esto en la ciudad de Mulhouse, en la región este de Alsacia, entre los límites entre Alemania y Suiza
Durante el operativo participaron casi 200 policías franceses. Allí encontraron un enorme arsenal que incluía más de 30 kilogramos de explosivos, armas de fuego de diferentes calibres (23 ilegales y 18 legales). Así como más de 160 cargadores de municiones; diversos materiales presuntamente necesarios para crear explosivos; equipo necesario para la elaboración de municiones; y más de 25 mil euros (equivalentes a poco más de 524 mil pesos) en efectivo.
Además, se logró la captura de cuatro presuntos miembros de una organización neonazi, con edades entre los 45 y 53 año. Ellos, de acuerdo con los servicios de inteligencia de Francia, tenían entres sus planes “cazar judíos”.
“Los servicios de inteligencia determinaron que los miembros del grupo participaron en una ‘cacería de judíos’ durante un partido de fútbol soccer en Estrasburgo”.
Edwige Roux-Morizot, fiscal de Mulhouse.
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Policía de Mulhouse actuó para evitar posibles actos terroristas neonazis
La fiscal agregó que las investigaciones no han revelado si los neonazis tenían entre sus planes un ataque en contra del pueblo judío. Sin embargo, explicó que en las casas cateadas encontraron diferentes elementos gráficos antisemitas y obras que confirman su postura neonazi y la negación del Holocausto.
Debido la cantidad de armamento encontrado y a la propaganda mostrada al interior de los hogares de los sospechosos, la policía de investigación francesa mantendrá un análisis de este grupo para evitar posibles ataques.
Mientras tanto, los presuntos neonazis detenidos en esta redada serán puestos a disposición de las autoridades correspondientes. Allí se dará seguimiento al proceso judicial donde enfrentan cargos por tráfico de armas. Delito por el que podrían enfrentar una pena de hasta 10 años de prisión.
