Al tercer lunes de enero se le concedió el nombre de “Blue Monday” por considerar que se trata del día más triste del año. ¿Por qué? Aquí te lo decimos.
Este 2023, el “Día más triste del año” es el 16 de enero. A cada tercer lunes de enero también se le conoce como “Blue Monday”. Esto de acuerdo con una teoría que, en 2005, formuló el psicólogo británico Cliff Arnal, quien, en ese entonces, trabajaba como docente en el Centro De Aprendizaje de Lifelong.
El especialista declaro que llegó tal conclusión “luego de una serie de ecuaciones matemáticas”, donde observó que el día más triste de todo el año, es el tercer lunes de cada enero. El estudio fue patrocinado por la empresa Porter Novell, como parte de una campaña de publicidad de la agencia de viajes Sky Travel. Y tomó parámetros el fin de la temporada navideña, los propósitos o metas cumplidas, los gastos de fin de año y, en sí, la economía en general de las personas.
Es decir, luego de la felicidad que significa la Navidad y los festejos de Año Nuevo, muchas personas comienzan el año con deseos o metas que durante los primeros días de enero pueden comenzar a desvanecerse. Esto podría generar cierto grado de depresión o desánimo.
Lo anterior por la falta de tiempo y compromisos e incluso cuestiones climáticas como el frío; o por que en enero se comienzan a reflejar los gastos hechos durante diciembre. Así como también por el alza de precios en varios productos y servicios que en estas fechas suelen ocurrir, dando como resultado la famosa cuesta de enero. Con ello en mente, Cliff Arnal “identificó” la fecha considerada como “la más triste del año”.
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La polémica del “Día más triste del año”
El Blue Monday se ha convertido en una fecha popular. Y más aún en redes sociales, donde las personas comparten su estado de ánimo, así como también mensajes positivos para superar este “lunes azul”. Sin embargo, la afirmación del Blue Monday no cuenta con sustento científico, por lo que no es aceptado plenamente.
Así como en el 2021 y 2022, este 2023 se suman los factores economómicos mundiales a la aún persistente pandemia por COVID-19, que sigue vigente, sobre todo en China.
