La mujer de 33 años intentó tomarse una fotografía para sus redes sociales, pero dio un mal paso y cayó desde más de 30 metros de altura.
Zoe Snoeks se encontraba de viaje por Bélgica en compañía de su esposo. Y quiso aprovechar esta nueva aventura para buscar zonas para tomarse la selfie perfecta.
En su cuenta de Instagram, la joven de 33 años solía publicar fotografías de sus viajes a través de distintos sitios con belleza natural. Allí podemos apreciar riscos, playas, lagos, montañas, cataratas, cavernas, carreteras y todo tipo de parajes que narraban sus viajes y denotaban su pasión por la naturaleza.
De acuerdo con un testimonio de Joeri Janssen, esposo de Zoe, cuando comenzó la pandemia, allá por principios de 2020, ambos decidieron que aprovecharían esos momentos para viajar por toda Europa a bordo de su camioneta. Su intención era recorrer cada país en compañía de sus perros y disfrutar de los parajes más atractivos que encontraban en su ruta. Y claro, tomar fotografías que dejaran un testimonio de lo que hubiera sido un viaje maravilloso.
También te podría interesar: Joven influencer muere al caer de casi 50 metros mientras grababa video
El accidente ocurrió en el Parque Nacional Le Hérou
Sin embargo, un día, su ruta los llevó a un acantilado próximo al poblado de Nadrin, provincia de Luxemburgo, donde, por desgracia, Zoe sufrió un accidente al intentar tomar una nueva foto perfecta situada en dicho acantilado y cayó por más de 30 metros de altura, provocando su muerte inmediata.
Janssen explica que justo ese día, ellos pretendían tomar una serie de fotografías en Le Hérou, un Parque Nacional de Bélgica, donde precisamente está esa elevación rocosa que llamó la atención de Zoe para tomarse unas fotografías.
Mencionó que, además, “siempre hay neblina allí” y eso les resultaba un atractivo adicional. En cuanto la joven encontró el punto perfecto, pidió a su esposo que cuidara a los perros mientras que ella se tomaba una “selfie”… pero en cuestión de segundos, ella desapareció del horizonte.
Inmediatamente después, Jenssen trató de llamar a los servicios de rescate, pero por las condiciones del lugar, no tenía buena señal en su teléfono. Luego de un tiempo, pudo finalmente comunicarse y los rescatistas no tardaron en arribar al lugar de la tragedia.
El equipo formado por socorristas, bomberos, buzos y miembros de la policía buscó por un tiempo sin encontrar señales de la mujer. Tristemente, poco después encontraron el cuerpo sin vida de Zoe Snoeks.
En su celular, su esposo pudo ver la última selfie que ella había tomado. En ésta se apreciaba a Zoe en el borde del acantilado y, de fondo un río y la neblina (que originalmente les había llamado la atención).
