La funcionaria estuvo al frente del penal de máxima seguridad entre los años 2011 y 2013. Tiempo en el que se le señala por presuntos cargos de tortura.
Esta mañana, durante la conferencia matutina de López Obrador, el subsecretario de Seguridad confirmó la detención de la exdirectora del Centro Federal de Readaptación Social Número 1, mejor conocido como “El Altiplano”. Identificada como Marisa Guadalupe Quintanilla de la Garza, ella estuvo al frente del penal de máxima seguridad del 2011 al 2013. Durante estos años, a la imputada la señalaron por cometer delitos de tortura, por lo que se le generó una orden de captura.
La detención se llevó a cabo el pasado domingo 16 de abril en Matamoros, Tamaulipas. Para ello colaboraron la Fiscalía General de la República y los elementos del Ejército Mexicano de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
“Tenemos, en esta ocasión, la detención de la exdirectora del Cefereso número 1 de “El Altiplano” por el delito de tortura. Se trata de Marisa Guadalupe “N”, quien contaba con una orden de aprehensión”. Indicó Luis Rodríguez Bucio, subsecretario de Seguridad.
¿Por qué destituyeron a Marisa Guadalupe como directora del penal de “El Altiplano”?
Además de los delitos de tortura por los cuales se llevó a cabo la detención de Marisa Guadalupe Quintanilla de la Garza, la funcionaria tuvo otros problemas que derivaron en su destitución. Esto luego de que la noche del 15 de septiembre de 2013 permitió la celebración de un “baile”. El cual contó con la participación de diversas bandas de música regional, que tuvo como estelar a Los tucanes de Tijuana.
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El festejo en el Altiplano, presuntamente lo pagó Miguel Ángel Treviño Morales, mejor conocido como “Z40”. Este narcotraficante nació en Nuevo Laredo Tamaulipas, y está identificado como uno de los principales líderes de la organización criminal “Los zetas”.
Dicho “baile” básicamente le costó el puesto a Marisa Guadalupe “N” como directora del CEFERESO No. 1 “El Altiplano”. Esto luego de que hiciera caso omiso de las advertencias sobre las complicaciones y riesgos que podría tener un evento de esa magnitud en el penal. Más aún cuando el espectáculo fuera financiado por uno de los reos.
